HONG KONG: EL MUST DEL SURESTE DE ASIA
Bien dice la campaña de publicidad de Hong Kong: Best of All It´s in Hong Kong; porque así podría resumirse lo mejor del sureste de Asia, entre una mezcla perfecta de culturas orientales que conviven con los expats y el mundo de occidente. Un respeto a las tradiciones vivas milenarias de la región que se funden para recibir con afecto la modernidad del mundo entero que se ve representada en los centros comerciales más espectaculares, restaurantes y hoteles. Hong Kong se vive de noche. Porque podríamos decir que la noche es la parte del día mejor iluminada por cientos, miles de imponentes letreros y anuncios de neón que presumen las marcas más prestigiadas del mundo. Que igual reflejan sus luces de colores en modernas fachadas que en antiguos templos.
Y ahí comienza la aventura, precisamente recorriendo sus calles, perdiéndote entre las tiendas de lujo y descubriendo los pequeños establecimientos que ofrecen las mejores ofertas. Siempre buscando en la banqueta la oportunidad de abrirte camino entre tanta gente, peatones de todos los rumbos del mundo, amables, sorprendidos como uno, buscando, viviendo, llenándose de la ciudad. Fija tu mirada desde cualquier punto y dirígete a The Mandarin Oriental Hotel y de ahí piérdete en los centenares de tiendas de lujo de uno de los centros comerciales más exclusivos del mundo: The Landmark. Visita Louis Vuitton en donde una joven artista hará una hermosa pintura a mano sobre tu nueva bolsa. Unico.
Después de algo de shopping puedes cenar en el Amber dentro del Mandarin Oriental, un restaurante premiado con dos estrellas Michelin. Sal a caminar más y haz una escala en The Peninsula Hotel para que visites el icónico Felix Bar, famoso por sus baños en el piso 42 que tienen paredes de vidrio, una vista espectacular mientras descansa tu cuerpo. Dirígete al mercado nocturno de Temple Street, el caos mejor organizado del mundo. De ahí enfílate a tomar un coctel o una cerveza local a Lan Kwai Foi cerca del centro financiero y sube a uno de los bares en el segundo piso para que desde ahí disfrutes del gran ambiente de fiesta que se da cita con gente de todo el mundo. Es hora de dormir.
Levántate temprano y prepárate para llegar en metro, autobús y/o taxi a un lugar que te dejará sin aliento: El Gran Buda. Los ojos, labios, la inclinación de la cabeza y la mano derecha levantada en gesto de bendición, se combinan para conferir una fuerte personalidad y dignidad al masivo Buda, que tardó 12 años en construirse. Sube los 268 escalones para contemplar de cerca esta magnífica estatua y gozar de las amplias vistas de montaña y mar que se pueden admirar desde su base.
En el lado opuesto, el Monasterio Po Lin es uno de los santuarios budistas más importantes de Hong Kong y es conocido como “el Mundo Budista en el Sur”. Hogar de numerosos monjes devotos, en el monasterio se celebran innumerables y coloridas manifestaciones de iconografía budista. No dejes de prender un incienso que puede ir desde el tamaño de un lápiz hasta casi del tamaño de una persona. Prueba los sabores locales que se ofrecen ahí, desde la comida vegetariana hasta la comida típica al carbón en largos palitos de madera.
De acuerdo a las fechas de tu viaje, revisa la guía local para que conozcas más sobre las exposiciones temporales en museos, festivales, encuentros gastronómicos, eventos especiales de fin de año, Halloween, sus parques naturales y actividades junto y dentro del mar.
Premia a tus hijos el haber aguantado más de 20 horas de viaje hasta Hong Kong con una visita a Disneyland de Hong Kong y haz este viaje 100% familiar.