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PORTUGAL: EL LUJO RADICA EN LA SENCILLEZ


Descubrir un país como Portugal, es conocer una de las naciones más antiguas de Europa. Un lugar, que gracias a su ubicación geográfica, fue testigo de grandes descubrimientos y hoy cuenta con 21 referencias consideradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


Al remontarse al pasado, Portugal se vio marcado por influencias de América, Asia y África. No en vano, los portugueses se destacan por ser personas amables y acogedoras. Estos, como a lo largo de su historia lo han hecho, abren sus puertas a los turistas y los encantan con su gastronomía, su cultura festiva, coloridos palacios y construcciones que cuentan historias a través de sus tradicionales azulejos. Portugal se ha convertido en el destino del Mediterráneo con más crecimiento en los últimos dos años. Se estima que a finales del 2017 se registrará un 30% de crecimiento en turismo.

Portugal

Estas cifras son el resultado de un país que ofrece variedad de planes, ya sea para quienes buscan aventuras surfeando en las playas del parque natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina o los que prefieren disfrutar de la calma de las majestuosas playas en El Algarve. Portugal es famoso por su patrimonio y su arquitectura. Es difícil no dejarse seducir por la construcción romántica de Sintra, o los paisajes culturales de Oporto. Sin dejar atrás la Universidad de Coímbra, la más antigua de Portugal y una de las más antiguas de Europa. Hay quienes recorren el país haciendo el Camino de Santiago o visitando Fátima para conmemorar los 100 años de la Virgen. Una parada segura, que amerita más de un par de días, definitivamente es Lisboa. Una ciudad vibrante y cosmopolita que ofrece un sinnúmero de opciones de entretenimiento para todas las edades. 

Una parada segura, que amerita más de un par de días, definitivamente es Lisboa

Hacer un recorrido por Portugal es llevar al máximo todos los sentidos. Ya sea degustando un dulce vino de Oporto o saboreando los tintes ácidos del Vinho Verde característico de la región de Minho. No se queda atrás la variedad gastronómica que ofrece este país. La comida es sencillamente exquisita y no se necesita hacer largas filas para un restaurante Michelin porque en cada esquina se come delicioso. El pescado siempre es fresco y el marisco abunda convirtiendo las Cataplanas y las Calderetas en platos insignia de este país. El bacalao se degusta en múltiples presentaciones pero siempre preparado con el aceite de oliva portugués de gran calidad. No obstante, para aquellos que no son amantes de la comida de mar, también pueden disfrutar de un cocido a la portuguesa o mezcla de carnes y verduras. Todas las comidas, siempre acompañadas de embutidos y variedad de quesos.

Portugal

Portugal es auténticamente genuino. Tiene su propia personalidad y los lujos se viven a través de la sencillez de las experiencias. Ya sea degustando un pastel de nata con un expreso viendo como el mar se junta con el rio Duero en oporto o escuchando un sentido Fado, sin más compañía que la viola y la guitarra portuguesa, cantado con el alma en algún rincón de Lisboa.