LA IMPORTANCIA DE LLEVAR UNA LONCHERA SALUDABLE


Terminó la temporada de verano y con ella las vacaciones de nuestros hijos. Este mes ofrecemos algunas sugerencias para preparar nutritivas loncheras a los más pequeños de casa.

Por Isela Febres


Son muchas las mamás que tarde o temprano encontrarán alguna dificultad en la preparación de la lonchera de sus pequeños, incluso yo me incluyo en ese grupo. La lonchera de nuestros hijos es para algunas madres de familia una pregunta diaria, y para otras, esta representa toda una complicación. Todas pensamos constantemente en lo saludable y nutritiva que esta debiera ser, y sin embargo, existen claros factores que hacen que nuestras loncheras no necesariamente alimenten a nuestros hijos de la manera más saludable.

En primer lugar, debemos lidiar con la típica dieta de los Estados Unidos: alta en carbohidratos y azúcares refinados. A esto hay que sumar el acelerado estilo de vida que llevamos en este país, queremos que todo esté ya listo o precocinado para poder calentarlo de manera rápida, o en su defecto, servirlo directamente del empaque. Por último, la percepción de lo que otros niños llevan a la escuela es sin lugar a dudas un elemento significativo, pues podremos preparar la lonchera más saludable del mundo sin saber que esta pudiera ser motivo de burla por parte de los demás compañeros de clase.

Entre aquellos alimentos que aportan una buena dosis de energía y nutrición a nuestros hijos se encuentran los frijoles, garbanzos y lentejas, todos carbohidratos de bajo índice glucémico y cargados de hierro y vitaminas.

Habiendo analizado estos tres factores en los pocos años que mi hijo mayor lleva en la escuela, creo que es sumamente importante que al niño le agrade lo que come y se sienta a gusto con lo que lleva. Tengan en cuenta que la presentación es siempre fundamental, por lo que recomiendo las loncheras estilo “bento box” de acero inoxidable. En este tipo de loncheras se pueden colocar todos los alimentos al mismo tiempo, unos al lado de otros, y esto permite que se vean más coloridos y por tanto más atractivos a la vista del niño. Asimismo, cabe resaltar que los termos también son imprescindibles para llevar comida caliente.

Por otro lado, debemos evitar en la medida de lo posible el uso del plástico, incluso de los plásticos “BPA-Free” para empacar la comida. Varios estudios han demostrado que el uso de plásticos en alimentos puede generar interacciones a nivel celular en el cuerpo humano, y por ende afectar el sistema neurológico.

Entre aquellos alimentos que aportan una buena dosis de energía y nutrición a nuestros hijos se encuentran los frijoles, garbanzos y lentejas, todos carbohidratos de bajo índice glucémico y cargados de hierro y vitaminas. Estos se pueden preparar en una ensalada fría o también guisados, o incluso podemos incluirlos como “dip” para acompañar con las verduras, como el hummus.

También debemos intentar que los granos sean integrales, como en los casos de trigo y arroz, pues la fibra no solo contiene nutrientes necesarios para nuestro organismo, sino que además ayuda a digerir las grasas. Bajo esta opción se pueden hacer ensaladas de pasta con las verduras favoritas de nuestros niños y agregarles aceite de oliva, o incluso hacer rollitos de arroz tipo sushi, con aguacate y verduras y envueltos en algas.

Las grasas son importantes para el funcionamiento del organismo (y también a nivel neurológico), por lo que resulta fundamental tratar de utilizar mantequilla, quesos y leche de vacas de pastura orgánica (grass-fed), ya que estos productos están libres de antibióticos y transgénicos. El yogurt natural de leche entera con arándanos y nueces es una buena opción para la lonchera o como merienda, así como el queso en daditos con tomates cherry, o simplemente un buen pan con mantequilla.

En caso de incluir sándwiches como el popular “peanut butter and jelly”, hay que prestar mucha atención a las opciones que nos ofrece el supermercado. Es muy importante que la mantequilla de maní sea completamente natural, por lo que es crucial verificar el contenido para cerciorarnos que solo diga: maní o cacahuete. En cuanto a las mermeladas, estas no deberían contener más de tres ingredientes, los cuales siempre deberían ser: fruta, azúcar y pectinas.

Como sugerencia final, sobra recalcar que la comida en forma natural nunca tiene pérdida. Es fácil optar por productos de consumo masivo con ingredientes artificiales y dañinos en Estados Unidos, por eso recuerda que entre más práctica tengamos con la preparación de alimentos naturales, más práctico será todo este proceso. Prepara la lonchera de forma natural, y te darás cuenta de la enorme ganancia que esto implica a largo plazo.


Isela Febres es ingeniera agrónoma y amante de la buena alimentación. Para contactarla, puedes escribirle al correo electrónico iselafebres@yahoo.com