ESPECIAL

inspirando vidas a través de la educación
Susy Cabrales, María Pérez, Melissa González, Diana Ontañón, Vanessa Esparza, Ana Laura de Icaza, Presidenta de Asociación Amiga, Marycarmen Osawa, María Navarro y Claudia Peschard, ganadoras de la becas “Inspirando vidas a través de la educación”, Jorge Cadena y Heidi Herfurth, Publisher y Editora de VIVA! The Woodlands Magazine respectivamente, Corinna Cole y Martha Neely.

INSPIRANDO VIDAS A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN


La más reciente Gala Anual de Fiestas Patrias de la United States-Mexico Chamber of Commerce sirvió como escenario para reconocer los esfuerzos de las estudiantes María Navarro y Claudia Peschard, ganadoras de la beca “Inspirando vidas a través de la educación”. En esta iniciativa, liderada por Asociación Amiga, VIVA! The Woodlands Magazine y Morzep, se seleccionaron mediante un comité de evaluación del ámbito educativo, los ensayos de Navarro y Peschard como claros triunfadores de este concurso, en los que se resaltan los beneficios de la multiculturalidad en la sociedad actual y que gustosamente compartimos en esta edición.


Ensayo de la estudiante María Navarro

Ganadora de la beca educativa en la categoría
“High School Level”

Al llegar a los Estados Unidos de niña no estaba consciente de los obstáculos que tendría que enfrentar. A los seis años de edad, no estaba preparada para enfrentar a la gente de mi propia cultura, mucho menos a aquellos de una cultura completamente ajena. Cuando llegué, hablar se me hacía imposible. Mi español se estaba apenas desarrollando y tuve que enfrentarme a un idioma completamente diferente, el Inglés. La barrera del idioma se hizo más fácil a medida que pasaba el tiempo. Es mucho más fácil para los niños aprender nuevos idiomas que para los adultos, y al hacerme amiga de tres americanas en mi barrio, fui capaz de convertir mi español a una mezcla con el Inglés (Spanglish), y de allí evolucionar a un Inglés entendible. En lugar de reírse de mi incapacidad de hablar correctamente, mis nuevas amigas me corrigieron el Inglés amablemente. Con ellas, pasé de palabras a frases que al final terminaron en conversaciones fluidas. Poco a poco me empecé a abrir a la gente que no conocía, algo que pensé que no era capaz de hacer. Si no hubiera sido expuesta a una cultura diferente, nunca me hubiese convertido en la persona que soy hoy en día. Cuando múltiples culturas conviven lado a lado, las comunidades aprenden a aceptar sus diferencias.

Hay más de ocho mil culturas en el mundo. Cada cultura tiene su propia manera de vivir y cada una tiene algo que la hace diferente. Como las huellas digitales, no hay dos culturas iguales. La sociedad de hoy en día parece estar dividida entre dos ideas diferentes. Están divididos entre aceptar a los que son diferentes y aprender de sus culturas y puntos de vista o aislarlos completamente. Cuando llegué por primera vez a este país desconocido, las personas que me rodeaban probablemente tenían esas mismas decisiones que tomar sobre esta extranjera que había caído en su país. Podrían haber elegido aceptarme como soy o aislarme como una extraña. Cuando decidieron aceptar a mi cultura y a mí, fueron introducidas a un mundo completamente diferente. Con su decisión, aparentemente inocente, se encontraron con una nueva cultura y nuevos ideales y también me ayudaron a aprender sobre su cultura y sus ideales.

La sociedad necesita una nueva perspectiva de lo que es el multiculturalismo. Cuando hay conflictos entre culturas, se produce mucha violencia entre las comunidades. En vez de luchar sobre nuestras diferencias, deberíamos hacer un esfuerzo para encontrar similitudes. Cuando las comunidades pueden aprender a convivir se produce un cambio y la paz supera la violencia. La gente aprende a aceptar y apreciar las diferencias. El mundo se convierte en un ambiente más tolerante y abierto, y mantiene todos sus habitantes a salvo de la violencia causada por pensamientos cerrados. Nuestra sociedad necesita una revolución cultural en la cual las personas aprendan a amar las diferencias del otro. Si diferentes culturas pueden convivir, se podría reducir la violencia causada por odio y se puede utilizar ese esfuerzo hacia cosas que son productivas que ayuden a nuestra sociedad. Cuando fui expuesta a la cultura americana, mi punto de vista fue cambiado para siempre, y espero haber cambiado el punto de vista de alguien más.


Ensayo de la estudiante Claudia Peschard

Ganadora de la beca educativa en la categoría
“College Level”

¿Quién no se contagia de magia e ilusión al ver la cara de un niño al entrar a un zoológico? La misma atracción y curiosidad que ellos sienten por las novedades, riquezas, y experiencias que están por descubrir es la que siento al ver a tantas personas de orígenes distintos caminando por los pasillos de mi escuela. Y es que vivir en una comunidad multicultural nos ofrece la posibilidad de explorar y sorprendernos con mundos lejanos y desconocidos que, en ella, están a nuestro alcance.

La variedad étnica que me rodea trae a mi cabeza preguntas sobre cómo es el lugar de donde vienen, qué costumbres y tradiciones extrañan, qué platillos y sabores añoran, y qué dejaron atrás al venir hasta acá. Estas preguntas no solo muestran mi curiosidad y entusiasmo por conocer lo que sus rostros esconden, sino que también reflejan mi nostalgia por mi gente y mis raíces, y me permiten darme cuenta de la gran oportunidad que tengo de conocer a otras personas que, como yo, agradecen cuando alguien los escucha hablar de sus orígenes. Todos compartimos y nos maravillamos con los contrastes y novedades que vamos encontrando mientras inesperadamente nos convertimos en representantes de nuestros pueblos. Este intercambio es el primer y más agradable beneficio que veo de vivir en una comunidad multicultural.

Además, cuento con la suerte de vivir en The Woodlands mientras termino mis estudios. Esta comunidad se muestra abierta a quienes llegamos a integrarnos a ella y también está tapizada de múltiples matices étnicos. Ya seamos norteamericanos o de origen europeo, africano, asiático, australiano, o latino, este encuentro de culturas nos estimula a intercambiar inquietudes y puntos de vista, a mostrar quienes somos y lo que nos enorgullece de nuestra historia, costumbres, y valores. Aquí, podemos deleitar a nuestros sentidos al observar la belleza de tantas razas, mezclas y estilos, al escuchar tantos acentos, lenguajes, y ritmos, al probar tantos ingredientes y platillos, y al experimentar tantas tradiciones y expresiones artísticas y culturales. Una energía positiva se contagia y nos motiva a encontrar en nuestras diferencias formas de construir un ambiente que promueve la libertad, el desarrollo y la convivencia respetuosa y pacífica, al que todos aspiramos.

No siempre es fácil conciliar las diferencias, pero una sociedad multicultural también nos permite aprender a escuchar otras opiniones, practicar el respeto, la negociación, la tolerancia, y la compasión. Al identificar nuestros objetivos comunes, combinamos nuestras fortalezas y mejoramos nuestras relaciones para poder alcanzarlos: Estamos experimentado el poder de ser ciudadanos del mundo, mientras nos convertirnos en líderes.

Así que, como niños en un zoológico, gocemos al descubrir los nuevos sonidos, formas, y colores que nuestro entorno multicultural nos brinda. Aventurémonos a expandir nuestras fronteras y transportémonos a otros mundos. Experimentemos la magia del caleidoscopio de culturas en el que vivimos, manteniendo vivas nuestras raíces, y celebrando con armonía de nuestra diversidad y riqueza, y ¿por qué no?, evolucionemos aportando a nuestra sociedad nuevas fusiones y matices…

“No siempre es fácil conciliar las diferencias, pero una sociedad multicultural también nos permite aprender a escuchar otras opiniones, practicar el respeto, la negociación, la tolerancia y la compasión.”

-Claudia Peschard


Para mayor información sobre la iniciativa “Inspirando vidas a través de la educación” puedes enviar un correo a ana@asociacionamiga.org