BIENESTAR

desequilibrio energetico

LAS CONSECUENCIAS DEL DESEQUILIBRIO ENERGÉTICO

Para la gran mayoría de nosotros es común que al momento de enfermarnos, optemos automáticamente por el uso de medicinas en casa. Sin embargo, cada día son más las personas que recurren a nuevas alternativas antes de medicarse.

Por Rocío Merlo


Muchas veces cuando pasamos largos periodos con baja energía, o nos sentimos en desequilibrio energético y no hacemos nada por cambiarlo, nuestros cuerpos empiezan a llamarnos la atención “a gritos”. A veces nos sentimos cansados prolongadamente, y otras veces nos sentimos como decía en mi artículo anterior: fuera de órbita. Incluso en muchas ocasiones, es tan grande la necesidad de tu cuerpo de comunicar que no está bien, que se enferma.

A la mayoría de las personas les resulta muy cómodo y tranquilizador el uso de medicinas para mejorar su estado de salud. Soy hija de un médico y mis dos hermanos también son doctores, así que es un poco extraño tocar este tema, pues crecí con miles de medicinas en casa. Apenas surgía un pequeño dolor, todos sabíamos qué medicina tomar. Acudir a la medicina tradicional para quitar un dolor o una molestia es lo más fácil, y en ocasiones perdemos de vista la inmensa información que ese síntoma le puede aportar a tu vida para mejorar algún aspecto importante, o inclusive, evitar volver a enfermar de lo mismo o de otras enfermedades relacionadas con el mismo tema.

Si la persona padece una enfermedad sabiendo que es un estado de desequilibrio producido en su interior, es importante comenzar a informarse, a observarse, a corregirse. Así aprenderemos algo importante sin dar tanta importancia a la dolencia en sí misma, sino al contrario: rescatando el mensaje más valioso, que es conocer la causa del desequilibrio. Si logramos comprender el mensaje, sanaremos de inmediato y es muy poco probable que vuelva a manifestarse más adelante la misma enfermedad.

Cuando comprendemos que la enfermedad es una oportunidad de crecer y hacernos más fuertes, las cosas tienden a desarrollarse de una forma muy distinta a lo que sucede con una persona que aún no ha comprendido este concepto. Es cierto que resulta muy sencillo calmar un dolor con un analgésico y olvidarse del asunto, pero también es verdad que quien emprende la tarea de escavar en su interior a partir de ese dolor físico saldrá renovado, más maduro y más consciente. Y con la práctica no será necesario volver a enfermar para mejorar algún aspecto de su vida.

No podemos negar que al comenzar a observarnos a nosotros mismos, encontraremos una infinidad de elementos desagradables que seguramente nos harán sentir peor que antes de hacerlo. Sin embargo, esta tarea traerá beneficios sin excepción. Lo más complicado de este procedimiento es iniciar la búsqueda en ese interior que nosotros mismos fuimos creando con la aceptación de nuestra realidad; con las experiencias de vida, con las ideas de la conciencia colectiva, y que fuimos dejando entrar sin ningún filtro. También debemos recordar que muchas veces el desequilibrio energético se encuentra alojado en el cuerpo emocional. La revisión mental nos resulta relativamente sencilla comparada con la revisión emocional, pero lo cierto es que el cuerpo emocional es tan propio, tan interno y tan característico, que nadie más puede introducirse en él para hacer algo por nosotros; solo nosotros podemos hacerlo.

Quien emprende la tarea de escavar en su interior a partir de un dolor físico acabará renovado, más maduro y más consciente de su causa.

Son muchas las experiencias y los maestros que me han demostrado a lo largo de la vida que los desequilibrios no solo nos provocan enfermedades, sino que somos nosotros mismos los únicos responsables de ellas. Si estás interesado en conocer más sobre este tema, te recomiendo leer libros de metamedicina, anatomía del espíritu, física cuántica y del significado de las enfermedades; pues es altamente probable que así encuentres la información que necesitas.


Rocío Merlo es comunicadora profesional y amante de la filosofía y la psicología. Puedes contactarla escribiéndole a chio@grupovantelo.com